La espiral es un símbolo fuerte y muy antiguo. Simboliza el ciclo de la vida, la unidad o la expansión. La espiral es un sistema dinámico que se concentra o se desarrolla según si el movimiento es centrífugo o centrípeto. La espiral simboliza el viaje en los círculos concéntricos del pensamiento, del universo y representa el desarrollo personal, la realización personal y el impulso hacia “el otro”. La espiral es lo opuesto al laberinto donde es fácil perderse, es un patrón abierto y optimista.

En la tradición cristiana, la espiral representa el aliento de la vida, que abraza al Hombre y lo atrae a Dios al mismo tiempo. En el hinduismo, el dios Shiva, conducido en su danza loca y perpetua, evoca un movimiento comparable. En las tradiciones celtas, el triskel, compuesto por tres espirales encerradas en el mismo dibujo, simboliza tres de los cuatro elementos (tierra, agua, fuego), el pasado presente y el futuro, o las tres edades de la vida: la juventud, Edad media y vejez.

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